sábado, 14 de noviembre de 2015

La riqueza de las naciones: el interés individual

“Cada individuo en particular pone todo su cuidado en (…) emplear con mayor ventaja el capital de que puede disponer. Lo que (…) se propone es su propio interés, no el de la sociedad (…); pero esos mismos esfuerzos hacia su propia ventaja le inclinan a preferir, sin premeditación (…), el empleo más útil a la sociedad como tal. (...) Ninguno por lo general se propone primariamente promover el interés público, (…) sólo medita su propia seguridad; (…) sólo piensa en su ganancia propia; pero en éste y en otros muchos casos es conducido como por una mano invisible a promover un fin que nunca tuvo parte en su intención”.

 Adam Smith. La riqueza de las naciones. 1776.

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