sábado, 14 de noviembre de 2015

La vacuna de la viruela

Caricatura acerca de los consecuencias de la vacuna de la viruela
"Para observar mejor cómo evolucionaba la infección, inoculé la viruela vacuna a un niño sano de ocho años. La vacuna procedía de una pústula del brazo de una ordeñadora, a quien había contagiado la vaca de su señor. El 14 de mayo de 1796 se la inyecté al niño a través de dos cortes superficiales en el brazo, cada uno de los cuales tenía la anchura de un pulgar. La vacuna El séptimo día se quejó de pesadez en el hombro; el noveno, perdió el apetito, tuvo algo de frío y un ligero dolor de cabeza; durante todo el día se encontró enfermo y pasó la noche inquieto, pero al día siguiente volvió a encontrarse bien. La zona de los cortes evolucionaba hacia la fase de supuración, ofreciendo exactamente el mismo aspecto que adquiere la materia virulosa...Para cerciorarme de que el niño, levemente infectado por la viruela vacuna, había quedado realmente inmunizado contra la viruela humana, el 1 de julio le inyecté materia virulosa que había extraído con anterioridad de una pústula humana. Se la apliqué profusamente mediante varios cortes y punturas, pero no dio lugar a ningún ataque de viruela. En los brazos aparecieron los mismos síntomas que provocan las sustancias virulosas en los niños que han sufrido variola o viruela vacuna. Al cabo de unos meses, le volví a inocular materia virulosa, que en esta ocasión no produjo ningún efecto visible en el cuerpo". 
E. Jenner (1749-1823), Investigación sobre las causas y los efectos de la viruela vacuna

El pesimismo malthusiano

“Estimando la población del mundo, por ejemplo, en mil millones de seres, la especie humana crecería como los números 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256, 512, etc. en tanto que las subsistencias lo harían como 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, etc. Al cabo de dos siglos y cuarto la población sería a los medios de subsistencia como 512 es a 10; pasados tres siglos la proporción sería de 4.096 a 13 y a dos mil años la diferencia sería prácticamente incalculable a pesar del enorme incremento de la producción para entonces".
Malthus. Primer ensayo sobre la población (1798)
Catástrofe malthusiana: progresión geométrica de la población (Wikipedia)  
  




La revolución agrícola: a favor del cercamiento

“Son (…) tantos los beneficios y ventajas que se podrían derivar de un total cercamiento de las common lands (tierras comunales) que me es imposible describirlos o enumerarlos. Daría la oportunidad de separar las tierras áridas de las húmedas, la de desecar estas últimas, la de abonar las zonas agotadas, y todo ello podría producir inestimables resultados; el nuevo ordenamiento permitiría, con la ayuda de hábiles ganaderos, la cría de ovinos y bovinos de raza mucho mejor que las que se ven habitualmente en estas zonas, en donde hay animales miserables y medio muertos de hambre. Teniendo al ganado en zonas cercadas se conseguiría mantener a un número mayor con la misma cantidad de alimento. Su costumbre de vagar y de moverse no sólo destruye la hierba con sus pisadas, sino que también los reduce a huesos y piel. Y ello en la actualidad hace necesaria la presencia de un pastor que los meta y los saque del establo. (…) Mediante este sistema, el ganado podría rendir a la comunidad y a los individuos cien veces más de lo que (…) hacía hasta ahora, antes de los cercamientos. Por último y fundamental aspecto, se podría proteger al ganado de la peste, esa mortal enfermedad que hace terribles estragos en nuestros rebaños. Hay que añadir que ese abastecería mejor de carne de buey y de cordero a los mercados y que el precio de estos géneros se reduciría considerablemente. Hay que señalar también que el sistema de las common lands nunca ha aportado nada a la solución del problema del empleo. Y que apenas se hiciera un cercamiento, la situación se transformaría positivamente, y una desolada tierra inculta se convertiría en la más risueña de las zonas.

Actividades y trabajos de toda índole se desarrollarían en esos lugares. El que quisiera contribuir a esa empresa encontraría una gran cantidad de ocasiones de trabajo: excavar fosas y canales de desagüe, construir terraplenes y vallas, plantar setos y árboles; los herreros y demás artesanos del campo no tendrían que quedarse con los brazos cruzados pues habría mucho trabajo para ellos en la construcción de factorías (…) y en la proyección y construcción de caminos, puentes, cercados, empalizadas, aperos agrícolas, etc. Pocos años después de haber llevado a buen término estos primeros y temporales esfuerzos, y cuando todo el conjunto estuviese organizado en un sistema agrícola regular, se podría alimentar y dar trabajo a una población notablemente aumentada".
John Middleton. View of the agriculture of Middlesex. 1798.

La revolución agrícola: los cercamientos de tierras

“El movimiento de los cercados se reemprende con vigor en el siglo XVIII, especialmente a partir de 1760. (...) Los squatters que vivían en sus tierras comunales son expulsados; campesinos pobres que poseían ínfimas parcelas no puede soportar los gastos del cercado y no pueden vivir en las malas tierras recibidas; se van, como muchos otros a quienes la extensión de la ganadería ha hecho inútiles; como otros, también obligados a vender su granja al propietario vecino. (...). Gracias a estas transformaciones en la propiedad y explotación agrícola, queda disponible una numerosa mano de obra, privada a menudo de lo esencial. Con ella podrá acrecentarse la producción manufacturera y minera.” 
M. Beaud. Historia del capitalismo: De 1500 a nuestros días.

La revolución agrícola: el sistema Norfolk

"Lord Townshend, embajador inglés en Holanda y Secretario de Estado, abandonó su carrera política en 1730 y se retiró a sus propiedades en Norfolk. Inspirándose en los métodos que había visto practicar en los Países Bajos, drenó el suelo, lo abonó con estiércol, inició los cultivos que se sucedían en rotaciones regulares sin agotar nunca la tierra ni dejarla improductiva, sembró prados y forrajes para el ganado. Algunos llamaban a este par de Inglaterra "Lord Nabo". Al caballero del siglo XVII (…) le sucede el "Gentleman Farmer".
Mantoux, La revolución industrial en el siglo XVIII.